Refrito de IMÁGENES para un momento de definiciones en el contexto de la epopeya

Autora: MSc. Mª de los Ángeles Cordoví Fernández

La primera referencia escrita de que se tiene evidencia sobre cómo se identificó a los nacidos en esta isla, data de 1603 y fue en una imagen epistolar, cuando el gobernador Pedro Valdés informa a la Corona, que los protagonistas de la rebeldía bayamesa, habían sido “gente de la tierra”.

Un trienio después, el canario Silvestre de Balboa, en su poema Espejo de Paciencia, -primera obra de la literatura cubana- señala como piedra angular de la mentalidad criolla, la fuerza del sentimiento de la patria y el orgullo que sienten por su tierra.

La primera mitad decimonónica nos reserva la posición del sacerdote, filósofo y educador capitalino Félix Varela Morales, figura política mayor de su tiempo, quien en una imagen plasmada en prensa escrita, publicaba en “El Habanero”,que “todas las ventajas económicas y políticas están a favor de la revolución hecha exclusivamente por los de casa, y hacen que deba preferir a la que pueda practicarse por el auxilio extranjero”. Su innovación de estimular el pensamiento independiente de los alumnos y de impartir las clases en idioma español y no en latín, constituye una defensa de la cultura criolla en formación, a través de imágenes idiomáticas. Y vaya discípulos que brillaron después por un pensamiento propio, patriótico y ciudadano.Los lectores saben quiénes.

La segunda mitad del propio siglo, ofrece la primera declaración de independencia cubana de la autoría de Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, el Padre de la patria, que en nítida imagen literaria, declaró que…”consagramos dos venerables principios;…que todos los hombres somos iguales, amamos la tolerancia, el orden y la justicia en todas las materias; respetamos las vidas y propiedades detodos los ciudadanos pacíficos…”. Véase cómo el autor combina sus dotes de abogado, compositor y poeta. Entonces por qué no recordar las imágenes sonoras de la canción patriótica La Bayamesa, obra de la que es autor de la música.

Sin duda alguna, José Martí Pérez, Héroe nacional de Cuba, legó a sus compatriotas y generaciones posteriores, múltiples y hermosas imágenes literarias, como aquellas de su discurso conmemorativo del inicio de la guerra grande, pronunciado el 10 de octubre de 1890, que analizando el peso de los yerros decía: “Porque nuestra espada no nos la quitó nadie de la mano, sino que la dejamos caer nosotros mismos”…y orientó…“ir poniendo en la mano tal firmeza que no volvamos a dejar caer la espada”.

Es loable reconocer algunos guiones del teatro cubano con imágenes dramatizadas, como la del 22 de enero de 1869 en el teatro Villanueva con la obra “Perro huevero, aunque le quemen el hocico”, que si bien no era de corte político, dio pie a que un actor expresara: “No tiene vergüenza ni buena, ni mala, el que no diga conmigo: ¡Viva la tierra que produce la caña!” y como esto produjo un efecto emocional con vítores a Cuba libre,se produjo la brutal represión colonial con un triste saldo de muertos y heridos. Hoy con justeza los cubanos reverencian este día, como el del teatro cubano.

Y qué decir de la sensibilidad del General Antonio, que profetizó el efecto que ciertas imágenes sonoras podrían surtir en las emociones de la columna invasora, razón por la cual dio indicaciones precisas para la composición del Himno invasor, cuya simbiosis entre un texto encendido de patriotismo porque…“a occidentenos llama el deber” y una música con cadencia enardecedora, consiguieran el desprendimiento que reclaman las guerras justas.

Del anonimato, vale tomar las imágenes musicales de El Bolero de Marianao, canción patriótica publicada en “La nueva lira criolla. Guarachas, canciones, décimas y canciones de la guerra por un Vueltabajero, La Moderna Poesía, que vio la luz en La Habana en 1903 y que decía:

“Yo soy cubana, yo soy patriota,

Yo no transijo con la opresión;

Yo quiero libre ver a mi patria

De toda extraña dominación…”

La década de 1920 fue rica en la producción de trabajos de diversa naturaleza como la poesía de Regino Pedroso que incorpora temas sociales, de Rubén Martínez Villena clamando… “una carga para matar bribones” y su colofón años mástarde con la obra de Nicolás Guillén, el poeta nacional, en imágenes poéticas como en Elegía a Jesús Menéndez.

Valen y brillan dos personajes que mediante imágenes caricaturescas, representaron al pueblo de Cuba y se robaron el cariño y el sentimiento de los cubanos. De la autoría de Ricardo de la Torriente, Liborio, con su rostro largo y apesadumbrado era el reflejo de la crisis permanente que sumía a la nación y El Bobo, fruto de la creación de Eduardo Abela, en renovación del personaje antes citado, que empleaba incluso desde su nombre, una expresión de ingenuidad que en singular ironía denunciaba los sufrimientos del pueblo:

De la etapa posterior al proceso revolucionario de la década del ’30, varios intelectuales abordaron ese escenario con sus imágenes literarias; es el caso de Raúl Roa con “Bufa subversiva” y Alejo Carpentier con “El acoso”.

Mucho hay que decir del período final del movimiento de liberación nacional cubano.Es poco conocida una empresa cinematográfica fundada por el Partido Socialista Popular,  que trabajó por la difusión de valores artísticos y sociales con imágenes audiovisuales y los guiones de Guillén, Carpentier y Marinello.

Se deben recordar además, las imágenes poéticas de Raúl Gómez García con “Ya estamos en combate”, “Canto a Fidel” de Ernesto Guevara de la Serna o las imágenes musicales de la marcha del 26 de julio de Agustín Díaz Cartaya con aquello de “…el pueblo de Cuba sumido en su dolor se siente herido y está decidido a dar sin tregua una solución”…

Destacan también las funciones del Ballet de Alicia Alonso (creado en 1948), con sus estilizadas imágenes danzarias, no porque trasmitieran contenido patriótico, sino porque eran ofrecidas en coordinación con  la FEU de la Universidad de La Habana, en el estadio universitario y esto ya tenía un significado…

Nuevamente las imágenes caricaturescas ocupan lugar en los sentimientos patrióticos y es el caso del personaje de El Loquito de René de la Nuez, que reflejaba habilidosamente el quehacer del pueblo, como cuando representó con total sutileza los combates del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra:


El Loquito

Interminable sería el pase de revista de las imágenes en la etapa de la Revolución triunfante y ello tiene una explicación causal. Por ello es justo mencionar ramas de la cultura que ofrecieron una producción rica en imágenes artísticas de todo tipo.

En la plástica son conocidas imágenes pictóricas y escultóricas de renombrados autores, entre los que se hallan Eduardo Roca (Choco), Raúl Martínez, José Delarra, Alberto Lescay, entre otros. De igual modo ocurrió con los cartelistas cuyas imágenes gráficas abordaron temáticas de contenido político.

Sobresalen las imágenes fotográficas que dejaron importantes evidencias y reportajes para la historia con la obra de Alberto Korda, Raúl Corrales, Liborio Noval, Perfecto Romero y otros.

En un pueblo eminentemente musical, sobresalen las composiciones inspiradas al calor de la Revolución, por lo que fueron muy elocuentes las imágenes musicales en forma de himnos y marchas revolucionarias dedicadas a la campaña de alfabetización,  las milicias, el 1º de mayo y otras motivaciones. Otro fue el caso de compositores que le cantaron al proceso revolucionario con ritmos tradicionales como Carlos Puebla, cuya obra fue de gran arraigo popular como cuando se coreaba “…llegó el Comandante y mandó a parar”.

Un fenómeno trascendental es el del Movimiento de la nueva trova, heredera de la trova tradicional que utilizó la canción como arma política y cuyas imágenes sonoras perdurarán por sus textos comprometidos y hermosos, como “La era está pariendo un corazón”, “Cuba va”, “Su nombre es pueblo” y tantas otras en las voces de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola y Sara González, por solo citar algunos.

El cine con sus imperecederas imágenes audiovisuales, ha hecho revolución y no pueden dejar de citarse la documentalística, los “Noticieros ICAIC” de Santiago Álvarez, “El brigadista” de Julio Cortázar, “El hombre de Maisinicú” de Manuel Pérez y “Clandestinos” de Fernando Pérez y otros ejemplos muy representativos.

¿Y hoy?

Pues hoy pululan –enhorabuena- las imágenes:

  • En las artes plásticas, incluso con nuevos lenguajes como las instalaciones que aluden al quehacer de la Revolución
  • Imágenes que combinan varias manifestaciones artísticas en espectáculos danzario-musicales con proyecciones audiovisuales
  • Las que emanan de dramatizados ocasionales o seriados y que incluyen los mensajes humorísticos
  • Derivadas de la filmografía
  • Las que se diseñan desde la Asociación de comunicadores sociales, se televisen o se impriman de forma gráfica
  • Las sonoras, transversales a cualquiera de los géneros
  • Y todas las que el lector pueda agregar en sus pensamientos y/o en sus comentarios.

No sería procedente concluir sin mencionar, a juicio de quien escribe, dos extraordinarios trasmisores de imágenes, inherentes al escenario de la epopeya que los cubanos conmemoran siempre este mes y que honra a los jóvenes de la Generación del centenario, iniciadores de la última etapa de liberación nacional el domingo de “la mañana de la Santa Ana”, el 26 de julio de 1953. Se trata de (y disculpen el desorden cronológico en busca de emociones finales):

  • Las imágenes que construyen los músicos de Buena fe, que “dan fe” de que en las actuales circunstancias cubanas “todo el mundo cuenta”, que necesitamos un “catalejo” no para  ver a Plutón sino para vernos por dentro y crecer, para seguir dando “un beso al mundo y nada más” y claro, para cantarle a la “democracia sin alarde”, a“la fuerza de un país” desde David hasta Goliat, resumido en un envase, un frasco o en una dosis.
  • Las otras, más viejas, las de Jesús Orta, El indio naborí, trasmisor por excelencia de imágenes poéticas como crónicas de la Revolución y de las que se escoge por su evidente actualidad, “Breve mensaje a Torricelli”, de 1992, publicado en “Breves apuntes para la epopeya” por Ediciones Verde Olivo y Editorial Letras cubanas en 2004:

“Torricelli: los mambises

Curtidos de lluvia y soles

Marchaban a pie y descalzos

Por los encendidos montes…

De ellos venimos nosotros;

De ellos, vienen nuestros jóvenes.

Así que no intentes, gringo,

Rendir nuestros corazones.

Menos cuando un SÍ POR CUBA

Dicen los pueblos del orbe

Y un canto de libertad

Está cantando elsinsonte

Que no se rinde ante el águila

De los bárbaros del Norte”.

Volvemos al punto de partida: esta es  “gente de la tierra”.

2 comentarios en “Refrito de IMÁGENES para un momento de definiciones en el contexto de la epopeya”

  1. Texto de excelente factura, que de forma amena hace un recorrido por momentos imprescindibles del imaginario cubano. Se ilustran ejemplos en las diferentes manifestaciones de la creación literaria y artística, se pudieran agregar otros, pero los que aquí aparecen son verdaderamente genuinos, y válidos exponentes de nuestra identidad.

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