Senén Casas Regueiro: la huella de una vida íntegra

El general de división Senén Casas Regueiro representó a este Ministerio del Transporte desde  los años  más difíciles del Periodo  Especial hasta su muerte el 6 de agosto de 1996, en aquel aciago  momento el Comandante  Fidel Castro al dar  las condolencias al general Julio Casas dijo: “El pésame Julio, es mutuo, porque Senén es tan hermano tuyo como mío”,  y es que Senén Casas Regueiro  se ganó por   su  responsabilidad, talento,  lealtad  y vocación de servicio el cariño de los principales líderes de la Revolución pero también  un merecido  lugar en la historia patria.

Nacido en  1934 y  perteneciente a una familia acomodada de la región oriental, después de concluir el bachillerato su afán de justicia lo inclina a matricular la carrera de Derecho en la Universidad de La Habana, allí se  reúne con otros jóvenes  que como él rechazaban la situación imperante con la dictadura de Fulgencio Batista. Por el cierre de la Universidad regresa junto a sus padres  en su pueblo natal.  Su casa era un hervidero   de efervescencia revolucionaria, por ello  él  y su hermano Julio  se incorporan bajo el mando de Raúl Castro  al Segundo Frente  Oriental “Frank País”, y  en pocos meses se destaca como soldado inteligente y audaz  por lo que es  nombrado  miembro del  Organismo superior del mando militar del II Frente “Frank País”, en la Sección 3 .- Dirección de Personal e Inspección  con el grado de teniente.

Al triunfo de la Revolución ostentaba el grado de capitán  y en abril de 1961 es designado jefe de la División 50 del Ejército Oriental. Continúa la carrera militar  en la Escuela Básica Superior de Guerra General Máximo Gómez y también en la Academia Superior Voroshilov, en la Unión Soviética. Aún joven  es ascendido a General por su sentido de responsabilidad, por su inteligencia, por  sus convicciones profundas, por ser Hombre de su tiempo empeñado en la difícil tarea de transformar y mejorar al país en cualquier  frente asignado por la Dirección de la Revolución, pues supo simultanear sus responsabilidades militares con las derivadas de su condición de miembro del Comité Central del Partido, Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular , miembro del Consejo de Estado. y jefe del Grupo de Trabajo para atender la Política de Cuadros del Estado.

Senén Casas  no ambicionó riquezas personales, pero  atesoró una gran fortuna moral, de ello han dado fe sus compañeros de lucha, sus  colaboradores y amigos  quienes les profesaban un gran respeto,  admiración y cariño. Todos coinciden en que fue un hombre recto, firme, duro, pero de una gran nobleza,  tolerante tal vez  con aquellas debilidades humanas que no comprometieran los valores o los principios, también  solidario ante los problemas de salud,  personales y familiares de cualquiera de sus allegados; no hubo reclamo, queja o problema de cualquier persona  que el general  o el ministro no atendiera o tratara de resolver.

De la sagacidad y pensamiento estratégico de aquel general y  ministro surgió   la idea de la creación de esta escuela ramal, pues  como  Martí,  aspiraba  a que con la cultura, la educación, la inteligencia y la bondad,  el hombre fuera más feliz y pudiera alcanzar los planos más altos de la condición humana. Alumno él también en aquel momento fundacional de PREGER, cuyos experimentados profesores refieren el  comportamiento humilde y discreto sin intervenciones grandilocuentes de aquel héroe en el salón de clases. Por su vida íntegra, por su trabajo con entusiasmo y entrega, este claustro y, los trabajadores todos de la escuela se esfuerzan cada día para honrar dignamente su memoria.

El general Senén Casas Regueiro fue un hombre en actos, fiel a sus ideas, a la Revolución por lo que le fueron  otorgadas postmortem  la Estrella con el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba y la Orden por el Servicio a la Patria de Primer Grado.

Colaboraciòn de la profesora: MsC. Carmen Braulia Rodrìguez Gancedo